La adopción de criterios ESG (Environmental, Social, and Governance) y prácticas sostenibles no es una opción sino una necesidad. Tampoco son las grandes corporaciones las únicas llamadas a implementarlas, sino también las pymes y microempresas que buscan prosperar en un mercado cada vez más consciente y exigente.
Si bien los emprendedores muchas veces no cuentan con recursos o conocimientos suficientes para abordar la sostenibilidad, este desafío plantea una oportunidad para abrir las puertas a nuevos mercados, mejorar su posicionamiento y contribuir a un liderazgo con un enfoque sostenible.
A comienzos de este año, la directora ejecutiva de Pacto Global Chile, Margarita Ducci, comentó que 2024 será un año crucial para la sostenibilidad en el ámbito empresarial en Chile. Las pymes que adopten tempranamente estos criterios estarán mejor posicionadas para aprovechar las regulaciones emergentes y las demandas del mercado, convirtiéndose en líderes dentro de sus sectores.
Nuestro país ha demostrado un compromiso con la Agenda 2030, reflejado en que un 85% de las empresas chilenas ya están incorporando los ODS en sus estrategias. Sin embargo, tan solo un 45% ha alcanzado un cumplimiento pleno de los criterios ESG. Esto indica una oportunidad clara para las pymes que aún no han dado este paso.
Más allá del compromiso empresarial, incorporar criterios ESG es también una oportunidad de negocio, en un escenario en que los consumidores chilenos están cada vez más conscientes y exigentes respecto a la sostenibilidad. Según la “Encuesta de percepción sobre sustentabilidad y consumo” (SERNAC, 2022), un 52% de los consumidores considera la sostenibilidad al adquirir productos o servicios y están dispuestos a pagar hasta un 12% más por opciones sostenibles. Esto abre un nicho de mercado significativo para las pymes que se alinean con estos valores.
Además, como parte de sus estrategias de Reputación Corporativa y Responsabilidad Social Empresarial (RSE), las grandes corporaciones también pueden apoyar a las pymes, contribuyendo a mejorar la sostenibilidad de toda la cadena de suministro. Esto refuerza el criterio “social” del ESG, promoviendo un impacto positivo en las comunidades locales y en la economía en general.
A través de nuestros programas de formación, como HEROEmprendedor, también contribuimos a que las pymes puedan adoptar prácticas sostenibles y cumplir con los criterios ESG, aumentando así su competitividad y su capacidad para atraer inversiones y clientes conscientes.